jueves, 12 de enero de 2012

EL MANUSCRITO DE DIOS (JUAN RAMÓN BIEDMA)


















Por un momento todo se vuelve confusión en la mente enferma del cardenal, cree que el legajo que le tiende el recién llegado es el Manuscrito de Dios, la obra secreta que ha buscado durante tantos años y cuya posesión supondría para la Santa Alianza la llave definitiva con la que recobrar el poder que se les escapa. Pero enseguida recuerda que no es el libro que le están entregando, que los médicos le han pronosticado pocos meses de vida y que otros deberán proseguir con la búsqueda del Manuscrito.» Cinco maletas repartidas en una Sevilla preapocalíptica. Capillas profanadas, albergues de mendigos en antiguos aparcamientos subterráneos, sanatorios abandonados, recónditas bibliotecas, asilos malditos, pensiones y palacetes de mala muerte.. .Una ciudad entenebrecida por la sombra de la catedral más siniestra del mundo. En los últimos días del año, un guardacoches sin recuerdos, una mujer sin futuro y un sacerdote sin pasado tienen que enfrentarse a una alianza heredera de la Inquisición y a otras potencias aún más oscuras en busca de un manuscrito que no quieren poseer. Biedma sorprende por su originalidad y osadía. Logra crear su propio mundo, convirtiendo Sevilla en una ciudad desquiciada, en la que los asesinatos están a la orden del día, mientras una lluvia intensa cae sobre ella. Con un excéntrico elenco de personajes que se expresan con un desparpajo hilarante, el autor logra mantener a lo largo de toda la novela un ritmo implacable que no da tregua al lector, a la vez que demuestra poseer una pluma inteligente que dirige cada uno de los giros que toma ese sólo aparente caos.
Me ha parecido sórdida, asquerosa, procaz, una auténtica sandez. Sevilla más parece Sin City que otra cosa. No sé la gracia que les habrá hecho a los sevillanos que semejante novela se haya ambientado allí. Y el final... vamos, una tomadura de pelo. El que se haya gastado 20 euros esperando otra cosa debe estar muy contento. Mejor no leerlo.

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